martes, 31 de mayo de 2016

Asteroides pudieron llevar agua al interior de la Luna, según estudio



La mayoría del agua contenida en el interior de la Luna podría haber sido llevaba por asteroides hace entre 4.500 y 4.300 millones de años, según revela un estudio publicado este martes por la revista británica "Nature".

La investigación, liderada por expertos de la Open University de Milton Keynes, en el Reino Unido, apunta a que el agua pudo aparecer en nuestro satélite natural al principio de su formación.

La opinión generalizada de la comunidad científica señala que la Luna se formó a partir de los restos generados por la gran colisión ocurrida hace unos 4.500 millones de años entre un planeta del tamaño aproximado de Marte y la Tierra.

Poco después de ese evento, el nuevo astro podría haber obtenido agua cuando aún era un ente parcialmente fundido, con zonas cubiertas por un "océano de magma" y una "corteza primordial" en formación.

"En ese tiempo, la Luna estaba siendo bombardeado con los impactos de asteroides que podrían haber depositado agua en el interior lunar. Las composiciones isotópicas de elementos volátiles en las muestras obtenidas de la Luna sugieren que los asteroides húmedos eran la fuente principal de agua, mientras que menos del 20% de los volátiles interiores provenían de cometas", explican los autores en el texto.

Hasta la fecha, el momento y el origen de la aparición de agua en el satélite ha sido un misterio para los investigadores, al tiempo que han desarrollado diferentes teorías para explicar la contribución de meteoritos y asteroides a este hecho.

Para acotar los tiempos e identificar las fuentes del agua, los expertos de la Open University han recurrido al estudio de modelos numéricos y a la medición de composiciones isotópicas tomadas de muestras lunares obtenidas por estudios anteriores.

En este sentido, constataron que el agua fue llevada al interior de la Luna durante un periodo de entre diez y 200 millones de años, mientras el citado "océano de magma" estaba aún presente.

A partir de los datos del hidrógeno y nitrógeno detectado en la muestras lunares, los científicos descubrieron que un tipo de asteroides "ricos en agua", conocidos como "condritos carbonáceos", son los principales responsables de la presencia del agua en la Luna.

Su modelo de estudio recreó un escenario en el que los citados asteroides, y en menor medida cometas, colisionaron con el mar de magma, al tiempo que una corteza formada en su superficie impedía la pérdida de elementos volátiles en el espacio a través de un proceso de gasificación, lo que permitió la retención del agua en el interior de la Luna. (31-05-16)


Estará hasta el mes de junio Primer cosmonauta latino se encuentra en Santa Cruz

Todos somos cosmonautas porque habitamos una gran nave espacial llamada tierra", dijo Arnaldo Tamayo Méndez, general de Brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba y el primer cosmonauta latinoamericano. El mismo se encuentra de visita por tierras bolivianas invitado por el 64 aniversario del Colegio Militar de Aviación (Colmilav).

Un histórico viaje. En 1980 Tamayo, junto a una tripulación de cosmonautas soviéticos, viajó en una nave espacial rusa, Soyuz 38 la misma que era comandada por Yuri Romanenko. "Éramos tres soviéticos y un cubano, y cumplimos un programa de investigación que prepararon nuestros científicos. Fue un programa bastante bueno", relató Tamayo.

Contó también que la preparación para esta aventura espacial le significó dos años y medio, "para una misión profesional de esta índole no solo asimilamos la parte profesional del vuelo sino también la parte científica y como operadores tuvimos que conocer los principios de aquellos 21 trabajos que realizaron nuestros profesionales", agregó.

Pese a las limitaciones se puede ir al espacio. Tamayo remarcó que en Latinoamérica, desde el punto de vista tecnológico, las posibilidades de enviar un viaje tripulado al espacio son escasas, pero gracias a los programas espaciales de las grandes potencias, como Estados Unidos, Rusia y ahora China, "hemos podido mandar hombres al espacio".

Finalmente agregó que América Latina se encuentra en una etapa de desarrollo espacial y por ello los esfuerzos, como los realizados por Bolivia con el satélite Túpac Katari, "tienen que multiplicarse de aquí para adelante".

Estudiante descubre un 'anillo de Einstein', una rareza astronómica



Una estudiante de doctorado del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) descubrió toda una rareza astronómica: un "anillo de Einstein", un fenómeno provocado por la fuerza que es capaz de ejercer la gravedad incluso sobre la luz y que ya predecía la Teoría de la Relatividad.

El fenómeno, la imagen distorsionada de una galaxia muy lejana, fue detectado de forma fortuita por la estudiante Margherita Bettinelli cuando inspeccionaba datos tomados por la Cámara de Energía Oscura (DECam) del Telescopio Blanco, de 4 metros, del Observatorio de Cerro Tololo, situado en Chile.

Según explicó el IAC en un comunicado, Bettinelli dio con ese anillo mientras analizaba la población estelar de la galaxia enana de Sculptor, a la que dedica su tesis doctoral.

El objeto despertó rápidamente la atención de los miembros del equipo de Poblaciones Estelares del IAC, que comenzaron a analizar sus propiedades físicas con el espectrógrafo Osiris del Gran Telescopio de Canarias (archipiélago español en el Atlántico).

Un anillo de Einstein es una imagen de una galaxia muy lejana distorsionada por la deformación de los rayos de luz que ocasiona la presencia de una galaxia masiva que se encuentra entre la fuente y el observador, a la que se denomina "lente".

El intenso campo gravitatorio generado por la galaxia lente deforma la estructura del espacio-tiempo en sus inmediaciones, lo que no solo atrae a otros objetos con masa, sino que curva la trayectoria de la luz, explicó el IAC.

Cuando las dos galaxias están perfectamente alineadas, la imagen que el observador ve de la más lejana se convierte en un anillo casi perfecto que rodea a la galaxia lente, aunque con irregularidades, que se deben a la asimetría de su galaxia originaria.

El ahora llamado "anillo de Einstein Canarias" es uno de los de mayor simetría de los descubiertos hasta la fecha y tiene un aspecto casi circular, ya que las dos galaxias están prácticamente alineadas.

La galaxia fuente se encuentra a una distancia de 10.000 millones de años luz. Debido a la expansión del Universo, la luz ha empleado un tiempo algo menor en llegar hasta la Tierra, alrededor de 8.500 millones de años, por lo que la galaxia se ve tal como era en aquella época: una galaxia azul, que está empezando su evolución, poblada por estrellas jóvenes que se forman a gran velocidad.

Por el contrario, la galaxia lente, con una masa similar a la de la Vía Láctea, se encuentra más cerca (a 6.000 millones de años luz) y, por tanto, está más evolucionada, con una formación estelar prácticamente terminada, poblada de estrellas viejas.

"Estudiar estos fenómenos proporciona información especialmente relevante sobre la composición de la galaxia fuente y, por otra parte, sobre la estructura del campo gravitatorio y de la distribución de materia oscura de la galaxia lente", apuntó Antonio Aparicio, uno de los científicos del IAC que lidera la investigación.

El descubrimiento ha sido publicado en la revista "Monthly notice letters" de la Real Sociedad Astronómica del Reino Unido por Bettinelli y los investigadores del IAC Antonio Aparicio y Sebastián Hidalgo, con la colaboración de científicos del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, la Universidad de Padua (Italia), el Observatorio Nacional de Astronomía Óptica de Tucson (Estados Unidos) y el Observatorio de Cerro Tololo (Chile). (31-05-16)


lunes, 30 de mayo de 2016

Video SpaceX ejecuta su tercer aterrizaje en una barcaza



La empresa privada espacial SpaceX consiguió el viernes por la noche aterrizar por tercera vez con éxito un cohete reutilizable en una barcaza en alta mar, un nuevo hito hacia una carrera espacial más asequible.

En esta ocasión SpaceX publicó un vídeo que muestra como nunca se había visto hasta ahora la reentrada de la primera fase del cohete Falcon 9, que puso en órbita un satélite de Thaicom.

El cohete pasa de las capas más altas de la atmósfera a la troposfera, donde activa sus retrocohetes para acabar aterrizando con una precisión única en una barcaza a 700 kilómetros de la costa de Florida (EEUU).

Este es el tercer aterrizaje exitoso para SpaceX en una barcaza en alta mar, después de los del 6 de mayo y del 8 de abril, y el cuarto después del descenso en tierra de diciembre del año pasado.

La empresa espera hacer los lanzamientos espaciales más asequibles, al poder reutilizar las primeras fases de sus cohetes, que hasta la fecha se desechaban en el mar.

SpaceX planea seguir desarrollando y mejorando su tecnología de sondas espaciales y envío de satélites y espera poder enviar una primera nave no tripulada a Marte en 2018.

Hallan evidencia que refuerza la teoría de un noveno planeta



En enero de este año, el astrónomo que se hizo famoso por la controversial degradación de Plutón a la categoría de planeta enano, Mike Brown, hizo el anuncio de un posible planeta gigante y helado que estaría orbitando más allá de Neptuno, en el Sistema Solar exterior. Sin embargo, su existencia no fue comprobada porque hasta ahora no ha podido ser visto.

No obstante, una nueva pista podría acercarnos a confirmar la hipótesis: la órbita de seis objetos situados en el Cinturón de Kuiper, en el mismo vecindario en el que habita Plutón.

¿Cuál es la relación?
El comportamiento extraño de un Objeto del Cinturón de Kuiper (KBO por sus siglas en inglés) es una señal que indica la existencia de un planeta gigante cuya fuerza gravitatoria afecta los objetos más pequeños que flotan a su alrededor. “Hemos visto una extraña señal que significa que algo raro está pasando en el Sistema Solar exterior”, señaló Brown citado por el periódico británico The Guardian y añadió que “todos esos objetos distantes se alinearon de una manera extraña y que no debería ocurrir”.

Por otra parte, un séptimo KBO parece haber sido empujado a una órbita anormal por alguna fuerza cercana, a 149 billones de kilómetros del Sol, que es justamente donde se ubicaría el noveno planeta, según anunció Brown en su cuenta de Twitter.

Ver para creer
Aunque anunciar la existencia de un nuevo planeta sin haberlo visto puede parecer un poco exagerado, los astrónomos no están locos y no es la primera vez que sucede. De hecho, Neptuno fue ‘descubierto’ un año antes de ser observado mediante una predicción matemática. El astrónomo Urbain Le Verrier anunció su existencia en septiembre de 1845 y un año más tarde el Observatorio de Berlín lo confirmó cuando logró tomar una imagen telescópica del planeta


La suerte que corrió Plutón, el explaneta



Estábamos convencidos de que en el Sistema Solar había nueve planetas, pero esa máxima cambió el año 2006 cuando Plutón dejó de ser considerado como tal por la Unión Astronómica Internacional (UAI) -que lo redujo a la categoría de planeta enano- y nos modificó el mapa cósmico. Desde entonces se establece que hay ocho planetas y otros cinco enanos en el Sistema Solar: Ceres, Eris, Make Make, Haumea y Plutón.

A Mike Brown, del Instituto de Tecnología de California (EEUU) le encanta que lo cataloguen como "el hombre que mató a Plutón", según publica la cadena BBC. Brown introdujo el concepto de planetas enanos: aquellos que giran alrededor del Sol, pero son más pequeños y no han limpiado la vecindad de su órbita, según las especificaciones de la UAI.

viernes, 27 de mayo de 2016

Planeta Marte emerge de un largo periodo glacial



Marte está emergiendo de un largo periodo glacial según las medidas de sus casquetes de hielo polar, que podrían ayudar a establecer en qué momento el planeta rojo fue habitable.

Una investigación publicada este jueves en la revista estadounidense Science confirma esta teoría que hasta ahora sólo había sido prevista en modelos matemáticos.

Los investigadores, entre ellos Isaac Smith del Instituto de Investigación del Suroeste (Southwest Research Institute) en Boulder (Colorado) en Estados Unidos, determinaron que los hielos marcianos comenzaron su repliegue hace unos 370.000 años.

Este descubrimiento se basa en observaciones hechas por un radar de la Nasa ubicado a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter.

El trabajo permite comprender mejor las variaciones climáticas que ha tenido Marte y sus diferencias con respecto a la evolución del clima terrestre.

Como ocurre en la Tierra, Marte conoce ciclos estacionarios aunque estos son más largos, lo que impacta en la distribución del hielo.

Las estaciones podrían ser también más pronunciadas en el planeta rojo, debido a que el eje de rotación de Marte varía hasta 60 grados durante periodos que se extienden de entre cientos de miles a millones de años.

En comparación el eje sobre el cual gira la Tierra no varía más que dos grados en los mismos periodos.

Esta gran variabilidad de su eje de rotación determina las cantidades de luz solar que alcanzan las diversas latitudes en la superficie del planeta y determina la estabilidad del hielo.

El recalentamiento en las latitudes medias hace que los hielos se acumulen en los polos.

Gracias a mediciones del grosor del casquete polar, los investigadores han calculado que desde el fin de la última era glacial, hace unos 370.000 años, éste ha acumulado unos 87.000 kilómetros cúbicos de hielo, la mayor parte en el polo norte.

Este volumen es equivalente a un espesor de 60 centímetros, si esa cantidad de hielo se distribuyera uniformemente sobre el conjunto de la superficie del planeta.

Los resultados de esta investigación permitirán elaborar nuevos modelos climáticos tomando en cuenta el movimiento de los hielos entre los polos y las latitudes medias durante los ciclos climáticos.

"El estudio glacial de Marte es importante para la exploración humana del planeta en el futuro pues el agua será esencial para establecer un puesto de avanzada habitable", señaló el profesor Isaac Smith.
La Nasa tiene previsto realizar una primera misión tripulada hacia el planeta rojo hacia la década que comienza en 2030.

jueves, 26 de mayo de 2016

La NASA eligió Corea del Sur para evaluar la calidad del aire

La NASA es conocida por enviar sus naves a miles de kilómetros lejos de la Tierra, pero también vuela casi a ras de suelo para luchar contra la contaminación. El "laboratorio volador" de la agencia espacial peina estos días Corea del Sur en su primera incursión fuera de Estados Unidos.

Cuando en julio de 1969 Armstrong puso un pie en la Luna, este avión Douglas DC-8 salía del taller para realizar su primer vuelo.

En 1985 lo adquirió la NASA y más tarde lo modificó hasta convertirlo en la más sofisticada aeronave para evaluar la calidad del aire, capaz de cubrir las lagunas de los actuales aparatos de medición.

"Para entender cómo se distribuye la contaminación en el país y cómo afecta a la gente necesitamos este avión, porque para entender lo que está abajo hay que comprender también lo que ocurre más arriba", explica a Efe Jim Crawford, científico de la misión Korus AQ.

Un total de 45 pasajeros –9 tripulantes y 36 científicos– equipados con 25 dispositivos de alta tecnología que dan al interior del avión un aspecto de nave espacial de Hollywood realizan vuelos de 8 horas casi a diario para recorrer prácticamente toda la mitad sur de la península coreana.

Pero no son vuelos normales. Planear sobre Seúl a poco más de 300 metros de altura, más bajo que algunos rascacielos de la ciudad, o la costa de Jeju a sólo 150 metros sobre las aguas, es una experiencia intensa y también una arriesgada tarea a cargo de dos veteranos pilotos.

Lo que hace especial este proyecto, según Matthew Berry, director adjunto de la misión, es que "se trata de la primera vez que volamos fuera de Estados Unidos, algo que la NASA ha estado buscando desde hace años pero hasta ahora no se había podido lograr".

Tampoco es casualidad que la primera aventura del DC-8 sea en Corea del Sur, un país que ocupa una quinta parte del territorio de España pero produce casi tres veces más dióxido de carbono, unos 600 millones de toneladas al año que lo convierten en el noveno mayor contaminador mundial.

A esto se suman las tóxicas nubes del llamado "polvo amarillo" que llegan de China y, especialmente en primavera, afectan al sistema respiratorio de los más de 20 millones de residentes en el área metropolitana de Seúl. Para ayudar a entender mejor la contaminación que afecta al país asiático y combatirla.



ESTUDIO

La primera aventura del DC-8 será en Corea del Sur, un país que ocupa una quinta parte del territorio de España, pero produce casi tres veces más dióxido de carbono, unos 600 millones de toneladas al año, que lo convierten en el noveno mayor contaminador mundial.



EQUIPO DEL LABORATORIO

Entre el equipo de científicos del proyecto se encuentran dos españoles, Roger Seco y José Luis Jiménez. Este último es profesor de química de la Universidad de Colorado y está contratado por la NASA como investigador principal del espectómetro de masas para aerosoles, uno de los instrumentos que recogen muestras de aire en pleno vuelo.

"Yo me encargo de medir la composición de las partículas que hay en el aire, de qué están hechas, ya que dependiendo de su composición pueden provenir de una central eléctrica, de un coche o de un incendio forestal", explica Jiménez a Efe durante uno los viajes del "laboratorio volador".

Este español destaca el enorme reto que supone trabajar con la NASA. "Si metes la pata y no sacas buenas medidas nunca más vas a volver a volar, así que todos aquí trabajamos muy duro para que los pronósticos salgan perfectos. Esto tiene la gran ventaja de saber que cuentas con la más alta calidad de trabajo".

Hay evidencia de que hielo y cometas orbitan una estrella como el Sol

Un equipo internacional de astrónomos encontró evidencias de hielo y cometas que orbitan una estrella cercana parecida al Sol, lo que podría arrojar luz sobre cómo se desarrolló nuestro sistema solar.

Para este descubrimiento se emplearon datos procedentes del Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un telescopio de vanguardia para estudiar la luz de algunos de los objetos más fríos de Universo y que está situado en el chileno desierto de Atacama.

Los expertos, liderados por la Universidad Cambridge, detectaron niveles muy bajos de monóxido de carbono alrededor de la estrella estudiada, unas cantidades que son coherentes con los cometas de nuestro sistema solar.

Estos resultados son "el primer paso para establecer las propiedades de las nubes de cometas alrededor de estrellas como el Sol justo tras su nacimiento", según un comunicado de la universidad.

Los cometas son, esencialmente, "bolas de nieve sucias" de hielo y roca, en ocasiones con un cola formada de polvo y del resultado de la evaporación del hielo, que suelen encontrarse en los confines de nuestro sistema solar y que son visibles cuando se acercan a regiones interiores.

martes, 24 de mayo de 2016

Qué le pasa al cuerpo en el espacio

Tiempo récord de una tripulación en el espacio fue de un año -la de Scott Kelly en la Estación Espacial Internacional (EEI)- para estudiar los efectos del espacio en el cuerpo humano. A partir de esta misión se pudo saber ¿qué le sucede a nuestro cuerpo en el espacio?

"Me sentía como si estuviera cayendo", dijo el astronauta de la NASA Mike Hopkins. "Es como si uno estuviera colgando de las vigas de un edificio y se soltara, y que esta sensación se prolongue durante aproximadamente 24 horas. Mi cerebro se tomaba un poco de tiempo para acostumbrarse al hecho de que no existe arriba y abajo. Y eso fue bastante rápido. Es casi como aprender a caminar de nuevo, un poco lento".

Hopkins estuvo en la EEI durante 166 días, desde septiembre de 2013 hasta marzo de 2014. Los primeros días, debido al fenómeno en el que la cabeza se inclina hacia abajo entre 12 y 20 grados, provocó desorientación. "Tan pronto como uno llega a condiciones de ingravidez, los fluidos comienzan a cambiar en el cuerpo desde la parte inferior del cuerpo a la parte superior", dijo el gerente asociado del Programa de Investigación Humana para Ciencia Internacional, John Charles.

"Los órganos de equilibrio y el oído interno inmediatamente sienten que no hay gravedad que tira hacia abajo el cuerpo".

Esto provoca el Síndrome de Piernas de Aves, que lleva a tener caras hinchadas y piernas delgadas.

También los hace menos sedientos, embota el sentido del gusto y causa una sensación de "nariz tapada" similar a las que causan las alergias. El mareo por el movimiento espacial también afecta a alrededor del 79 por ciento de los astronautas que experimentan la microgravedad en las primeras 24 a 48 horas, causando pérdida de apetito, mareos y vómitos.

lunes, 23 de mayo de 2016

La Nasa realiza un gran hallazgo en el espacio

¿Estamos solos en el universo? Pues bien no hay una respuesta certera. Porque de hallarse un planeta con condiciones para albergar la vida y que además muestre evidencia de algún ser vivo, echaría por tierra teorías y religiones. Pero ahora la Nasa tiene una posibilidad de dar una respuesta ante el nuevo hallazgo encontrado en el espacio.

El pasado martes la NASA informo que estaban sumamente emocionados porque el telescopio Kepler pudo encontrar 1.284 nuevos planetas que suman a otros identificados por la misión. Una información jamás antes recolectada en tan poco tiempo de misión. ¿Sera posible que alguno de ellos se parezca a la tierra, y viva allí un ser extraterrestre)?

La misión Kepler se inició en el 2009, es un telescopio espacial sumamente poderoso para comprender un poco más en detalle veamos algunos datos característicos:

Está en observación permanente de más de 150.000 millones de estrellas.

Mide 4,7 metros de largo y tiene un ancho de 2,7 metros con un peso de una tonelada.

Tiene una lente frontal de 1,4 metros de diámetro con sensores digitales.

Su sensibilidad en la superficie es de 95 millones de píxeles.

Envía una recopilación de datos una vez al mes.

Las observaciones que realiza el Kepler estan enfocadas a medir el brillo que emiten las estrellas esas variaciones permiten precisar si es una estrella o un planeta. Puede compararse con un pálpito de luz que ocurre cuando un planeta debido a su órbita pasa frente a una estrella (como el sol), haciendo que su brillo normal, varié generando datos que indican entre otras cosas: tamaño, duración de la órbita y su parecido a la tierra.

De las informaciones recopiladas que han sido enviadas por el telescopio Kepler, la NASA hizo el anuncio que se han identificado 4.032 posibles planetas de los cuales 1.284 son exoplanetas porque han cumplido con el 99% del protocolo de validación de los análisis. ¿Sabrán en cuál de ellos se puede vivir? O mejor aún ¿Dónde ha posibilidades de albergar alguna forma de vida?

La misión Kepler estaba prevista que durara tres años luego superar algunas fallas e inconvenientes en repetidas oportunidades se ha podido incorporar este telescopio a una nueva fase de investigación llamada K2 que finalizo este martes. Se estima que su ciclo de vida dure hasta el 2017 o el 2018.

NASA instala laboratorio para medir contaminación

La NASA es conocida por enviar sus naves a miles de kilómetros lejos de la Tierra, pero también vuela casi a ras de suelo para luchar contra la contaminación. El "laboratorio volador" de la agencia espacial peina estos días Corea del Sur en su primera incursión fuera de Estados Unidos.

Cuando en julio de 1969 Armstrong puso un pie en la Luna, este avión Douglas DC-8 salía del taller para realizar su primer vuelo. En 1985 lo adquirió la NASA y más tarde lo modificó hasta convertirlo en la más sofisticada aeronave para evaluar la calidad del aire, capaz de cubrir las lagunas de los actuales aparatos de medición.

"Para entender cómo se distribuye la contaminación en el país y cómo afecta a la gente necesitamos este avión, porque para entender lo que está abajo hay que comprender también lo que ocurre más arriba", explica Jim Crawford, científico de la misión KORUS AQ.

Un total de 45 pasajeros (9 tripulantes y 36 científicos-)equipados con 25 dispositivos de alta tecnología que dan al interior del avión un aspecto de nave espacial de Hollywood realizan vuelos de ocho horas casi a diario para recorrer prácticamente toda la mitad sur de la península coreana.

Pero no son vuelos normales. Planear sobre Seúl a poco más de 300 metros de altura, más bajo que algunos rascacielos de la ciudad, o la costa de Jeju a solo 150 metros sobre las aguas, es una experiencia intensa y también una arriesgada tarea a cargo de dos veteranos pilotos.

Entre el equipo de científicos se encuentran dos españoles, Roger Seco y José Luis Jiménez. Este último es profesor de química de la Universidad de Colorado y está contratado por la NASA como investigador principal del espectómetro de masas para aerosoles, uno de los instrumentos que recogen muestras de aire en pleno vuelo.

Mientras tanto, en el núcleo de la Tierra


Estos son los últimos descubrimientos científicos sobre el tema y sus consecuencias. Ya sabemos que el núcleo terrestre es una bola sólida de hierro cuyo diámetro similar a la Luna y que se encuentra bañada con una capa externa de aleación de hierro fundido de un tamaño aproximado al de Marte. Este fluido denominado magma es como el aceite del motor en un coche, lubrica el núcleo para que se pueda mover libremente sin depender de la Tierra. Estos movimientos del núcleo generan unas corrientes denominadas corrientes de convección.

Después de siglos de estudio los geólogos han logrado realizar un mapa completo de las corrientes de convección que se producen en el manto de la tierra. Además se ha descubierto que estas corrientes se mueven diez veces más rápido de lo que hasta ahora se pensaba. Este descubrimiento nos permite saber cosas que hasta ahora no era posible: desde cambios en la estructura del planeta hasta la posibilidad de que nuevos combustibles fósiles sean creados. El geólogo Marcos Hoggard de la Universidad de Cambridge afirmó en un comunicado tras este descubrimiento que “en términos geológicos, las sacudidas de la superficie de la Tierra hacia arriba y abajo son como una especie de yo-yo”.

Nuestro planeta no ha podido ser atravesado por completo y su interior sigue siendo todo un misterio para los geólogos. Su trabajo se basa en mediciones y en deducciones de lo que posiblemente pueda haber en el centro de la Tierra, pero por ahora atravesar el manto para llegar a el núcleo, que se encuentra a una profundidad de 5.000 Km y que comenzó a solidificarse hace mil millones de años con un crecimiento de unos 0,5mm por año, es aún una misión pendiente para los expertos. A pesar de esa dificultad y gracias a los nuevos perfiles de reflexión sísmica de alta resolución creados por la industria petrolera, lo geólogos pueden explorar profundamente la corteza terrestre y con ello medir la reflexión y refracción de las ondas sísmicas a medida que se acercan al núcleo. Este método permite medir cambios en la litosfera y la atenosfera que a su vez, se pueden relacionar con los cambios en el manto.

Estos estudios sobre el interior del planeta nos pueden ayudar a explicar muchas cosas como por ejemplo que las convecciones en el manto pueden ocasionar un impacto sorprendente en el clima de la Tierra, e incluso afectar a las corrientes marinas. Por ejemplo, la Corriente del Golfo lleva el agua caliente desde el Golfo de México hasta la costa oeste de Europa, algo que varía con los movimientos del manto. Además, la convección del manto está relacionada con la formación de los sistemas geotérmicos, como Yellowstone o los archipiélagos, que surgen entre placas tectónicas.

jueves, 19 de mayo de 2016

Dos "megatsunamis" arrasaron la superficie de Marte

Hace ya años que sabemos que Marte albergó, en su lejano pasado, ríos, lagos y mares. El estudio de su orografía ha dejado claro, por ejemplo, que hace unos 3.400 millones de años un vasto océano cubrió la mayor parte de las tierras bajas del hemisferio norte del planeta. Un océano alimentado, se cree, por una serie de enormes y catastróficas inundaciones cuyo origen, sin embargo, ha permanecido hasta ahora envuelto en el misterio debido a la ausencia de unas líneas costeras claramente definidas

Pero un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona, y recién publicado en Nature Scientific Reports ha revelado que una enorme cantidad de sedimentos situados en las llanuras septentrionales de Marte fueron depositados allí por dos "megatsunamis", dos olas gigantescas que alcanzaron hasta 120 metros de altura y que penetraron cientos de kilometros tierra adentro

Para J. Alexis Palmero Rodríguez, que ha dirigido la investigación, "durante más de un cuarto de siglo no hemos conseguido encontrar una antigua línea costera, destribuida de forma consistente a lo largo de una elevación constante, y eso se ha considerado como incompatible con la hipótesis de que existió un vasto océano en Marte hace aproximadamente 3.400 millones de años. Nuestro hallazgo ofrece una solución simple a este problema: los depósitos generalizados de tsunami, repartidos a lo largo de un extenso territorio, pueden ser el rasgo que caracterice las costas de los océanos primitivos de Marte»

Thomas Platz, coautor del estudio, añade que "los dos tsunamis que hemos detectado pudieron formarse como consecuencia del impacto de meteoritos, con una diferencia temporal de unos tres millones de años y que dejaron cráteres de impacto marinos de unos 30 km. de diámetro»

Los megatsunamis también suceden en la Tierra, y también en nuestro planeta, como en Marte, muestran una gran variabilidad en cuanto a su distribución topográfica y a sus distancias de inundación. Además, al tratarse de eventos catastróficos y muy raros, sus depósitos de sedimentos suelen ser disimulados, o eliminados por completo, por los procesos geológicos de "rejuvenecimiento" de la corteza terrestre.
Cambio climático en Marte
«Durante el periodo de tiempo que separó a los dos eventos de tsunami en Marte -añade Rodríguez- el nivel del océano retrocedió para formar una línea costera más baja y el clima se volvió significativamente más frío. Las pruebas de este cambio climatico han quedado grabadas en la morfología de los depósitos de tsunami. El más antiguo de los dos dejó enormes depósitos de cantos rodados, y a medida que la gran ola se fue retirando formó canales por todas partes»

Por el contrario, el tsunami más «joven» dejó tras de sí una serie de «lóbulos», montículos hechos principalmente de agua helada. Recoger muestras de estos materiales en futuras misiones a Marte tendría una gran relevancia científica, porque probablemente estos lóbulos contengansalmueras congeladas procedentes directamente de los antiguos mares. Es más, esos valiosos materiales se encuentran muy cerca del lugar de aterrizaje de la misión Mars Pathfinder, lo que demuestra que resultarían accesibles con las tecnologías disponibles

Las extensas áreas en las que se distribuyen estos lóbulos ricos en hielo implican que los restos congelados del primitivo océano marciano podrían localizarse por doquier en zonas muy extensas, y no solo en localizaciones determinadas. Por eso, su estudio podría ofrecer una valiosísima información sobre la composición de este antiquísimo océano de Marte

Para el investigador español Alberto Fairén, del Centro de Astrobiología, «a pesar de las condiciones climáticas globales extremadamente frías y secas, el océano marciano probablemente tenía una composición salobre que le permitió mantenerse en estado líquido durante varias decenas de millones de años. Ambientes acuosos salobres y semicongelados son conocidos por ser lugares habitables en la Tierra, y, en consecuencia,algunos de estos depósitos de tsunami en Marte podrían ser objetivos principales para estudios astrobiológicos"

Rodríguez y Jianguo Yan, otro de los autores del estudio, planean ahora una expedición al Tibet para investigar los lagos de alta montaña, en los que han identificado relieves formados en condiciones ambientales extremas y que guardan gran parecido con los generados en Marte por los dos tsunamis.

martes, 17 de mayo de 2016

Hallan pistas del colosal impacto de un asteroide contra la Tierra

Científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) han encontrado evidencias de un enorme asteroide que golpeó la Tierra primitiva con un impacto mayor que cualquier cosa que los seres humanos hayan experimentado jamás. La clave son perlas de vidrio muy pequeñas llamadas esférulas, halladas en el noroeste de Australia, que se forman a partir del material vaporizado del impacto de la roca

El impacto habría provocado terremotos varias órdenes de magnitud mayor que los seísmos terrestres, que habrían causado enormes tsunamis y que los acantilados se desmoronaran, describe Andrew Glikson, del Instituto Planetario de ANU. "El material del impacto se extendió por todo el mundo. Estas esférulas fueron encontradas en los sedimentos del fondo del mar que datan de hace 3,46 millones de años"

El asteroide es el segundo más antiguo conocido que haya golpeado la Tierra y uno de los más grandes. Probablemente tenía de 20 a 30 kilómetros de diámetro y habría creado un cráter de cientos de kilómetros de ancho

Hace aproximadamente 3.800 a 3.900 millones de años, la Luna fue golpeada por numerosos asteroides, que formaron los gigantescos cráteres llamados mares (maria), que todavía son visibles desde la Tierra. «Exactamente dónde este asteroide golpeó la Tierra sigue siendo un misterio», dice Glikson. «Cualquier cráter de esa época en la superficie de la Tierra ha sido borrado por la actividad volcánica y los movimientos tectónicos».
La punta del iceberg
Los investigadores encontraron las perlas de vidrio en un núcleo de perforación de Marble Bar, en el noroeste de Australia, en algunos de los más antiguos sedimentos conocidos en la Tierra. La capa de sedimento, que estaba originalmente en el fondo del océano, fue preservada entre dos capas volcánicas, lo que permitió datar su origen de forma muy precisa

Glikson lleva buscando evidencias de antiguos impactos durante más de 20 años e inmediatamente sospechó que esas perlas de vidrio se originaron a partir de un impacto de asteroide. Las pruebas posteriores encontraron que los niveles de elementos tales como el platino, el níquel y el cromo coincidían con los de los asteroides. Según el científico, puede que haya habido muchos más impactos similares, para los cuales no se han encontrado evidencias. «Esto es sólo la punta del iceberg. Sólo hemos encontrado pruebas de 17 impactos de más de 2.500 millones de años, pero podrían haber sido cientos». A su juicio, los impactos de asteroides de este calibre podrían haber provocado importantes cambios tectónicos y extensos flujos de magma. Podrían haber afectado de manera significativa la forma en la que evolucionó la Tierra.

sábado, 14 de mayo de 2016

Kepler, hallan 1.284 nuevos planetas

La NASA descubrió 1.284 nuevos planetas fuera del Sistema Solar gracias al telescopio espacial Kepler, un hallazgo que duplica el número de exoplanetas descubiertos y confirmados.

"Esto nos da esperanzas de que en algún lugar allí afuera, alrededor de una estrella similar a nuestro sol, podamos eventualmente descubrir otra Tierra", dijo Ellen Stofan, científica jefa de la sede de la NASA en Washington.

Los astrónomos tienen un 99 por ciento de certeza de que estos 1.284 cuerpos son planetas y no otra clase de objetos celestes.

Kepler además confirmó 1.327 otros candidatos a la categoría de planetas que requieren análisis adicionales.

"De los cerca de 5.000 candidatos a exoplanetas encontrados hasta ahora, más de 3.200 han sido confirmados y 2.325 de ellos fueron descubiertos por Kepler", dijo la agencia espacial estadounidense en un comunicado.

Del nuevo hallazgo de 1.284 planetas, cerca de 550 podrían ser planetas rocosos como la Tierra, de acuerdo con sus dimensiones, agregó la agencia.

"Nueve de ellos orbitan en zonas habitables, que es la distancia alrededor de una estrella donde giran planetas que pueden tener temperaturas superficiales que permiten almacenar agua en estado líquido".

Zona habitable

Con estos nuevos nueve exoplanetas, son ya 21 que, de acuerdo con lo que se sabe en la actualidad, están girando en la zona habitable de sus estrellas y pueden albergar vida.

Sin embargo, Kepler es una "misión estadística", dijeron los científicos de la NASA, y no está diseñado para ahondar en las condiciones de los planetas que existen en zonas habitables. Esto significa que incluso los telescopios espaciales más avanzados construidos hasta el momento, entre ellos el James Webb, pueden no ser capaces de ofrecer más luz sobre el tipo de vida que podría existir en alguno de estos exoplanetas.

"Antes del lanzamiento de Kepler no sabíamos si los exoplanetas eran escasos o abundantes y ahora parece que podría haber más planetas que estrellas", reveló Paul Hertz, director de la división de astrofísica de la NASA. "Estas informaciones guiarán las futuras misiones para saber si estamos solos o no en el Universo", agregó.

El último hallazgo de planetas fue confirmado por un nuevo método estadístico, en lugar del proceso de observación de uno por uno utilizado anteriormente.

Este método de análisis estadístico puede aplicarse a muchos candidatos a planetas al mismo tiempo, de acuerdo con Timothy Morton, investigador asociado en la Universidad de Princeton y autor principal de un artículo que describe los hallazgos en la revista The Astrophysical Journal.

El observatorio espacial no tripulado Kepler, que fue lanzado en 2009, ha escaneado 150.000 estrellas en busca de señales de cuerpos orbitales, particularmente de aquellos que se encuentran en zonas habitables.



TELESCOPIO

El telescopio espacial Kepler fue lanzado el 6 de marzo de 2009. Es extremadamente potente y busca planetas donde, como en la Tierra, la vida sería posible.


SpaceX aterriza en una plataforma marítima por segunda vez

La pasada semana, la empresa privada SpaceX logró hacer aterrizar con éxito, en una plataforma en el mar Atlántico, el primer piso del cohete Falcon, que acababa de poner en órbita un satélite japonés.

SpaceX volvió a repetir su gran hito. Fue el segundo aterrizaje exitoso en una plataforma en el mar para Space Exploration Technologies, o SpaceX, del empresario Elon Musk. La iniciativa trata de ofrecer servicios de lanzamientos con menores costes al reutilizar sus cohetes.

El Falcon despegó como estaba previsto a la 1:21 (05:21 GMT) desde Cabo Cañaveral (Florida) y puso en órbita con éxito el satélite de comunicación japonés SKY perfect JSAT.

Entonces volvió atrás y logró un aterrizaje perfecto en una barcaza situada en el océano Atlántico, alentado por gritos de "¡USA, USA!" de los técnicos.

"¡¡Woohoo!!", escribió Musk en Twitter tras el aterrizaje. "Podría necesitar aumentar el tamaño del hangar de almacenamiento del cohete", agregó.

La compañía está intentando perfeccionar esta técnica de aterrizaje para reutilizar las partes de los cohetes en vez de dejarlas caer en el mar.

SpaceX tenía problemas con el Falcon porque tras poner el satélite en órbita había vuelto a la atmósfera a gran velocidad, lo que dificultaba el frenado. Pero finalmente el aterrizaje fue perfecto.

La compañía, propiedad de Elon Musk, ya hizo aterrizar dos veces con éxito el primer piso del Falcon 9. La primera fue en Florida y la segunda en una barcaza en el Atlántico, el pasado 9 de abril, después de que el cohete hubiera lanzado la cápsula de carga sin tripulación Dragon hacia la Estación Espacial Internacional.

El cohete que se lanzó el viernes viajó al doble de la velocidad de la nave que logró aterrizar el mes pasado y pudo cumplir con la entrega del satélite para transmisión televisiva en una órbita más de 32.200 kilómetros más allá de la Estación Espacial Internacional, que se ubica a unos 400 kilómetros de la Tierra.



TRAJES ESPACIALES

La compañía espacial de Elon Musk contrató a José Fernández, de Ironhead Studios, para que sea el encargado de diseñar los trajes que llevarán sus astronautas.

Fernández es muy reconocido en Hollywood y ha estado al frente de los diseños en películas de ciencia ficción desde los trajes de Batman Returns hasta la reciente Batman versus Superman. También los de Iron Man, Los Vengadores y Tron: El legado. Fernández explicó que el realizar este proyecto es un completo reto y estará listo en los próximos años.

viernes, 13 de mayo de 2016

La Vía Láctea tiene más de 100 planetas como la Tierra

n lo que se considera el mayor anuncio sobre exoplanetas nuevos, la NASA anunció que ahora tiene cuenta de más de 100 que son del tamaño de nuestra Tierra.
También detectó nueve cuerpos celestes pequeños que giran alrededor de una estrella, donde las condiciones son favorables para que haya agua líquida -y posiblemente vida.
En total, agregó al catálogo otros 1.284 planetas de los que no se sabía hasta ahora.
Los datos que suministra la sonda espacial Kepler permiten a los astrónomos entender cómo pueden ser los planetas que son parecidos al nuestro.
Y para los que piensan que estamos solos en el Universo, un dato: de acuerdo a los cálculos de los expertos de la NASA, en nuestra Vía Láctea podría haber más de 10.000 millones de planetas potencialmente habitables.
El telescopio Kepler está ayudando a los astrónomos a entender cómo son los otros planetas como el nuestro.
"Aproximadamente el 24 por ciento de las estrellas albergan planetas 1,6 veces más pequeños que la Tierra", explicó la doctora Natalie Batalha, científica de la misión Kepler del Centro de Investigación Ames de la NASA en California, Estados Unidos.
"Esta es una cifra que nos gusta, porque estimamos que es por debajo de ese tamaño que los planetas pueden ser rocosos".
"Si te preguntas dónde podría estar el próximo planeta habitable, está a unos 11 años luz, lo que es bastante cerca", agregó.

En busca de ecosistemas
Telescopios futuros, como el James Webb, podrán examinar la luz que se filtra a través de las atmósferas de los exoplanetas para buscar marcadores biológicos.
"El objetivo último de nuestra investigación es detectar la luz de un exoplaneta habitable y analizarla para detectar gases como el vapor de agua, oxígeno, metano y dióxido de carbono; gases que pueden indicar la presencia de un ecosistema biológico", dijo por su parte Paul Hertz, director de astrofísica de la NASA.
De los descubrimientos que el telescopio ha hecho hasta ahora, los planetas Kepler-186f y Kepler-452b son los más parecidos a la Tierra en términos de tamaño, temperatura de su estrella (sol) y la energía que recibe de ella.
El método para detectar planetas en estrellas lejanas el mismo que se utiliza para ver a Mercurio cuando pasa frente al Sol.
Según Batalha, los nuevos planetas Kepler 1638b y Kepler-1229b son objetivos fascinantes para la búsqueda de planetas habitables.
"Poder mirar un punto de luz y decir ´esa estrella tienen un mundo viviente orbitando´, es algo muy profundo y responde preguntas sobre por qué estamos aquí".
El doctor Timothy Morton, de la universidad de Princenton en Nueva Jersey, informó que la inmensa mayoría de exoplanetas descubiertos por Kepler estaban en la categoría de super-Tierra (con entre 1,2 y 1,9 más grande que el radio de nuestro planeta) y sub-Neptuno (de 1,9 y 3,1 más grande que el radio de la Tierra).
Kepler emplea el método de tránsito para detectar planetas que orbitan otras estrellas.
Esto implica medir el ligero oscurecimiento de la luz de una estrella cuando un planeta en órbita pasa entre ella y la Tierra.
Es el mismo fenómeno que ocurrió esta semana cuando Mercurio pasó delante del Sol.
tomada de: bbc mundo

Revelan la increíble historia del "polvo de estrellas"

Su viaje comenzó en algún lugar de nuestra galaxia, muchos millones de años antes de que el Sol o la Tierra empezaran siquiera a formarse. Son diminutas partículas de polvo que lograron sobrevivir a la muerte de las estrellas de las que una vez formaron parte y que desde entonces, durante eones, han vagado sin rumbo por el espacio. Algunas de esas partículas terminaron formando parte de meteoritos y unos pocos de esos meteoritos, en una increíble carambola cósmica, cayeron por fin en nuestro planeta.
Ahora, científicos de la NASA han identificado esas partículas primordiales yhan sido capaces de reconstruir su extraordinaria historia

Durante su interminable viaje, estos granos de polvo estelar han sido bombardeados en el espacio por una intensa radiación cósmica y han sufrido las ondas de choque de estrellas que han explotado en forma de supernovas. Los investigadores que las descubrieron, de la División de Investigación de Astromateriales del centro espacial Johnson, de la NASA, han tenido que utilizar las últimas tecnologías disponibles para extraer la valiosísima información que contienen. Los resultados del estudio se acaban de publicar en la revista Astrophysical Journal.
Fue necesario coordinar el trabajo de varios laboratorios para que estos diminutos restos de estrellas lejanas y ya desaparecidas revelaran información detallada sobre las condiciones en las que vivieron y sobre lo que se se fueron encontrando después en su largo viaje a través de la Vía Láctea. "Estos pequeños granos de polvo -afirma Scott Messenger, uno de los autores de la investigación- revelan detalles increíbles de sus estrellas madre, de su viaje a través de la galaxia y de la historia temprana de nuestro Sistema Solar. La astrofísica de laboratorio es un poderoso complemento a la forma tradicional de estudiar el cosmos a través de telescopios".
Los científicos lograron determinar, por ejemplo, las firmas de isótopos concretos y estructuras a escala atómica de granos individuales de polvo estelar de menos de una milésima de milímetro de tamaño, algo que dificultó enormemente el análisis. Los granos de polvo de estrellas fueron descubiertos gracias a su extraña y exotica composición isotópica, fruto de reacciones nucleares sucedidas en lo más profundo de los núcleos de los soles de los que formaron parte. Reacciones, por cierto, que les imprimieron una composición completamente distinta a la de los granos de polvo que se forman en nuestro propio Sistema Solar. En concreto, la abundancia de diferentes isótopos del oxígeno revela el tipo de estrella a la que esos granos pertenecieron

Antes de que se formara el Sol
"Cerca de uno de cada 5.000 granos de los meteoritos que estudiamos fue producido por otra estrella mucho antes de que nuestro Sistema Solar se formara -explica Ann Nguyen- autora principal del estudio-. Después deanalizar uno por uno millones de granos de polvo de esos meteoritos, logramos identificar a tres grandes productores de polvo en la galaxia: estrellas gigantes rojas, supernovas y novas. El siguiente paso fue determinar la química y la estructura de esos granos, para responder a cuestiones como: ¿bajo qué condiciones se formaron? ¿Cómo de diferentes eran esas condiciones estelares comparadas con las más violentas explosiones de estrellas? ¿Con qué tipo de entornos se encontraron estos granos durante su viaje hacia nuestro Sistema Solar?
Las respuestas se abordaron cortando en finísimas láminas nueve de los granos de polvo estelar. Cada una de las secciones obtenidas tenían apenas 70 nanómetros de grosor (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro) y fueron analizadas con un microscopio electrónico de transmisión (TEM). Los análisis revelaron que las partículas de polvo se habían formado en tipos muy diferentes de estrellas, y los investigadores lograron determinar las condiciones reinantes en los núcleos de cada una de esas estrellas ya desaparecidas.
Dos de los granos analizados mostraban, además, signos de haber estado sometidos a una intensa radiación cósmica durante su larga permanencia en el espacio, tras la muerte de sus estrellas. Uno de esos dos granos procedía de una gigante roja, el otro de una supernova. "La composición química del polvo -explica Nguyen- indica que originalmente se formaron como cristales, pero después se toparon en el espacio con radiación suficiente como para destruir sus estructuras cristalinas. Algo realmente muy raro de encontrar".

martes, 10 de mayo de 2016

Mercurio pasó frente al Sol

El planeta Mercurio hizo su paso en frente del Sol. Un fenómeno que no se producía hace 10 años, de acuerdo al Astrónomo, Waldo Urquizo.

Mercurio, el planeta más pequeño del sistema solar, pasó entre la Tierra y el Sol, un fenómeno raro que principalmente fue observado en Europa occidental y en América.

Expresó que para poder ser testigo de este espectáculo habrá que tener instrumentos astronómicos o seguirlo a través del internet, gracias al trabajo de varias instituciones científicas encargadas de la observación de los planetas.

Explicó que Mercurio dio la impresión de morder uno de los bordes del Sol, después lo atravesó muy lentamente antes de salir, por el otro lado.

Este fenómeno, duró aproximadamente siete horas y media, ya que exige un alineamiento casi perfecto del Sol, Mercurio y la Tierra. El misterioso Mercurio es el planeta más cercano al Sol.

Su órbita es muy excéntrica, su punto más cercano al Sol se halla a 46 millones de kilómetros de él (perihelio) y el más alejado a 70 millones.

Los planetas del Sistema Solar giran alrededor del Sol aproximadamente en un mismo plano. Este hecho da lugar a que, algunas veces, los planetas Mercurio y Venus, que están situados entre el Sol y la Tierra, pasen por delante del disco solar, vistos desde nuestro planeta.

Esta situación aconteció ayer y se vio a Mercurio pasar por delante del Sol. En astronomía se dice que ocurre “un tránsito de Mercurio”, indicó.

martes, 3 de mayo de 2016

Científicos creen que hay agua hirviendo en Marte



Una imágenes tomadas por la sonda MRO en Marte muestran unas pendientes arenosas con manchas que, probablemente, eran de agua líquida, algo que nadie esperaba encontrar en el planeta rojo, según una publicación de El País de España.

Los científicos habían pensado durante mucho tiempo que la fina atmósfera y la presión que esta ejerce, 100 veces menor que la de la Tierra, hacían imposible encontrar este elemento en estado líquido, clave para la posible existencia de vida. Pero hoy un estudio realizado en la Tierra simulando las condiciones marcianas demuestra que es muy posible que haya agua líquida en Marte, aunque dura muy poco en ese estado.

El trabajo, publicado en Nature Geoscience, asegura que el líquido “hierve” y, al hacerlo, desplaza la arena colina abajo creando manchas y grietas muy similares a las observadas por las sondas espaciales.

El trabajo ha utilizado una enorme cámara de vacío en la Open University de Reino Unido capaz de simular las condiciones de temperatura y presión que hay en el planeta rojo.

Entre los autores del estudio están Lujendra Ojha, del Instituto Tecnológico de Georgia (EE UU), y Alfred McEwen, de la Universidad de Arizona, quienes, junto a científicos de la NASA y otras instituciones firmaron el estudio anterior en el que se describían las manchas de agua líquida en Marte.

En este nuevo trabajo, los científicos han dispuesto pendientes de arena y han comparado qué pasa cuando un trozo de hielo se derrite sobre el terreno inclinado, tanto en condiciones terrestres, como marcianas. Las conclusiones muestran que, en condiciones marcianas, el agua líquida se evapora poco después de filtrarse en la tierra debido a la enorme inestabilidad.

Las pruebas se han hecho a una temperatura de 293 grados Kelvin, unos 20 grados centígrados. Además los científicos han añadido salmueras, otro elemento clave para hacer que el agua no se congele a bajas temperaturas. El estudio mantiene que solo hace falta una cantidad pequeña de agua líquida para iniciar el proceso en el que además intervienen otros factores, como la presencia de CO2.

"Nuestros resultados aportan tanto buenas noticias como malas para la posibilidad de vida en Marte", explica a Materia Susan Conway, investigadora de la Universidad de Nantes (Francia) y coautora del estudio. "Por un lado es bueno porque los resultados muestran que el agua es un buen candidato para explicar la formación de las manchas y las grietas y, por lo tanto, que existe agua líquida en el planeta en la actulaidad", explica. "Por otro lado, son malas noticias, pues también vemos que se necesita mucha menos agua de la que se pensaba y que el agua líquida que se forma dura muy poco por lo que no aporta un entorno fabuloso para ningún microorganismo", añade.

“Marte es un planeta en el que las temperaturas varían mucho entre el día y la noche y también en función de la altura”, explica Javier Martín-Torres, experto en habitabilidad marciana. “Por ejemplo, si hubiese una persona de pie en el planeta, la diferencia de temperatura entre sus pies y su cabeza sería de unos 20 grados centígrados”, detalla. Esta inestabilidad es las que hace que el agua pueda entrar en ebullición a temperaturas mucho más bajas que en nuestro planeta.

Hallan una nueva luna en los confines del sistema solar



El telescopio espacial Hubble, que el pasado mes cumplió 26 años de funcionamiento, envió imágenes de una nueva luna encontrada en lo más lejano del sistema solar: el cinturón de Kiuper.

El satélite hallado, que provisionalmente fue denominado S/2015 (136472)1, y apodado MK 2, gira alrededor del planeta enano Makemake y podrá dar más luces sobre él.

Con este hallazgo, los astrónomos podrán calcular con mayor precisión la masa del planeta congelado, que hasta ahora solo podía ser estimada. También abre la posibilidad de obtener una perspectiva de la evolución de Makemake y reforzar la teoría de que los planetas enanos pueden tener varios satélites, según indica el portal digital de la NASA.

Se calcula que el diámetro de la luna MK2 es de cerca de 161 kilómetros y ha sido observada a casi 21.000 kilómetros del planeta enano, al que rodea cada 12 días. Su identificación ha sido posible gracias a la capacidad que tiene el telescopio Hubble de distinguir objetos que no emiten luz en entornos muy brillantes.

“El descubrimiento de esta luna nos ha dado la oportunidad de estudiar Makemake en mucho más detalle del que habríamos sido capaces sin ella", asegura Alex Parker, del Southwest Research Institute de Boulder (Estados Unidos), citado por el periódico español El Mundo.

Makemake

Encontrado en marzo de 2005 por el telescopio espacial Spitzer, es un planeta enano que está ubicado en el cinturón de Kiuper, donde también orbita Plutón, el habitante más conocido de esa región y su tamaño estimado es de 1.400 kilómetros de diámetro.

Planetas enanos
La Unión Astronómica Internacional (UAI) define, desde 2006, a los planetas enanos como cuerpos celestes de menor tamaño que un planeta cuya órbita gira alrededor del sol y que no han limpiado la vecindad de su órbita

Descubren tres planetas cerca de la Tierra



Un grupo internacional de científicos ha descubierto tres planetas de tamaños y temperaturas similares al nuestro que orbitan alrededor de una estrella enana ultra fría a tan sólo 40 años luz de la Tierra, anunció ayer lunes el Observatorio Austral Europeo (ESO) desde su sede alemana de Garching.

Los astrónomos hicieron este hallazgo tras detectar a través del telescopio TRAPPIST, instalado en el Observatorio La Silla (Chile), que esta estrella se desvanecía a intervalos regulares, lo que significa que varios objetos pasaban entre ella y la Tierra.